China ha separado a casi un millón de niños tibetanos de sus padres, obligándolos a vivir en internados colonialistas, aislándolos de sus familias, idioma y religión mientras los somete a un intenso adoctrinamiento político día tras día.
Si bien China ha oprimido al pueblo tibetano durante décadas, ahora está atacando directamente a los niños tibetanos como parte del plan maestro de Xi Jinping para eliminar el idioma y la identidad tibetana de una vez por todas.
Haciendose de la vista gorda ante la gravedad de la situación, la Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, no ha defendido a Tíbet desde que asumió el cargo en 2018. Su fracaso para responsabilizar a China por sus atrocidades en Tíbet solo envalentona aún más a los líderes chinos.
ACTÚA AHORA: ¡EXIGE A LA ALTA COMISIONADA DE LA ONU PARA LOS DERECHOS HUMANOS QUE ROMPA SU SILENCIO SOBRE EL TÍBET E INVESTIGUE LOS INTERNADOS COLONIALES DE CHINA PARA NIÑOS TIBETANOS!